Rinoplastia

La rinoplastia es la cirugía que modifica la forma de la nariz, puede disminuir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior. También corrige los problemas congénitos, los traumatismos y algunos problemas respiratorios.

Los candidatos ideales para someterse a una rinoplastia son aquellas personas que buscan una mejoría, poseen un estado general de salud bueno,  estabilidad psicológica, y son realistas en sus expectativas. La edad también debe tenerse en cuenta. La mayoría de los cirujanos plásticos prefieren no realizar una rinoplastia hasta que no se haya dado el "estirón", es decir, hasta los 14 o 15 años en las niñas y algo más para los niños. Así mismo, es importante considerar los ajustes emocionales y sociales de los adolescentes, y estar seguros de que son ellos, y no sus padres, los que quieren someterse a una rinoplastia.

La rinoplastia se realiza bajo anestesia general, normalmente con ingreso hospitalario de 24 horas. En algunas ocasiones puede realizarse con anestesia local y sedación. La cirugía se puede realizar con técnica cerrada, con unas pequeñas incisiones dentro de los orificios nasales; ó con técnica abierta realizando una pequeña incisión en la columella. Cuando se completa la cirugía, se coloca una escayola de yeso u otro material, que ayudará a mantener la nueva forma de la nariz, y unos  tapones nasales en ambos orificios para evitar el sangrado y estabilizar el tabique nasal.

Tras la cirugía, y sobre todo, durante las primeras 24 horas, puede sentir la cara hinchada, molestias sobre la nariz y dolor de cabeza, que ceden con medicación. Debe permanecer tumbado con la cabeza elevada durante el primer día.  Notará que el hinchazón y los hematomas alrededor de los ojos aumentan hasta alcanzar un máximo a los 2 ó 3 días, que desaparecen en 10-15 días, aunque un mínimo de hinchazón puede mantenerse, sobre todo en la punta, durante unos meses. Aplicando compresas frías tras la cirugía  disminuirá la hinchazón y los hematomas. No deberá sonarse la nariz con fuerza durante una semana, más o menos, hasta que los tejidos cicatricen. Los tapones en la nariz se retiran en al día siguiente, o a los 2-3 días cuando se realiza una septoplastia, tras lo cual se nota mejoría importante de las molestias, y a los 7-10 días se retira la escayola, y los puntos de piel.

Tras retirar la escayola pueden volver al trabajo o acudir a clase, evitando ciertas actividades físicas durante 3-4 semanas. Se pueden usar lentillas tan pronto como quiera, pero con las gafas debe tener ciertas precauciones.  

El resultado definitivo se obtiene en 1 año aproximadamente, es el tiempo que precisan los tejidos para estabilizarse y las cicatrices para realizar su proceso de maduración. En alguna ocasión, ya sea por graves alteraciones anatómicas iniciales, por trastornos en la cicatrización de los tejidos, por traumatismos postoperatorios, etc., no se consigue la perfección del resultado (asimetrías, irregularidades en el contorno nasal, etc. ) por lo que puede ser necesario un retoque quirúrgico que en tal caso se realizará a partir de los seis meses.