Cirugía Nerviosa

Los nervios son como los cables que recorren todo el cuerpo llevando información al cerebro y del cerebro a todas partes. Los nervios motores llevan mensaje del cerebro a los músculos para que estos se muevan. Los nervios sensitivos llevan información al cerebro sobre sensaciones de dolor, tacto, temperatura, etc.

Los nervios pueden dañarse por compresión, estiramiento ó por ruptura ó corte de los mismos. Mientras las lesiones por compresión ó estiramiento  pueden causar interrupción parcial de la conducción nerviosa, cuando un nervio se corta se interrumpe toda la información causando parálisis muscular y falta de sensibilidad en el territorio de dicho nervio. Mientras en las dos primeras situaciones, el nervio puede recuperarse espontáneamente total o parcialmente; cuando está cortado debemos repararlo quirúrgicamente. Para ello se sutura la cobertura externa del nervio. Cuando no es posible suturar borde a borde, debemos interponer injertos de otro nervio que utilizamos como nervio dador.

Muchos factores influyen en la reparación nerviosa: edad del paciente, tipo de nervio, tipo de lesión, la localización pero también el tiempo que pasa antes de reparar el nervio. La recuperación nerviosa es lenta y mientras esta no se produce puede ser necesaria  la rehabilitación para mantener la movilidad de las articulaciones hasta que los músculos empiecen a funcionar. Asimismo, puede ser necesaria también la rehabilitación después de la recuperación nerviosa para fortalecer la músculos afectados.