Le reimplantan la mano a un operario de las obras del AVE en el Hospital Povisa de Vigo

Le reimplantan la mano a un operario de las obras del AVE en el Hospital Povisa de Vigo

La vida de Óscar González, un operario que trabajaba en las obras del AVE en Cerdedelo, Laza (Ourense), tendrá un antes y un después del pasado 23 de marzo, cuando se seccionó la mano derecha y parte del antebrazo con una amasadora de hormigón. "Pensaba que no la iba a recuperar", ha confesado hoy, quince días después del accidente y de ser intervenido para reimplantarle la extremidad en el hospital Povisa de Vigo, donde mañana recibirá el alta.

La rapidez con la que actuaron en el centro de salud de Laza, adonde fue trasladado inicialmente, y con la que lo transportaron en un helicóptero del 061 hasta Vigo resultaron cruciales para que la operación, que se prolongó por espacio de siete horas, resultase un éxito. Es lo que ha destacado el doctor Enrique Moledo, del equipo de cirugía plástica y reconstructora de Povisa, quien ha detallado que el accidente se produjo hacia las 13.50 horas y a las 16.00 ya estaba en quirófano, donde le recompusieron arterias, venas, nervios y tendones, tras fijarle el radio y el cúbito, también seccionados.

El plazo límite para los macroreimplantes (por encima de la muñeca en el caso de un brazo) es de entre seis y ocho horas, mientras que para los dedos puede llegar hasta las 24 horas, ha apuntado el doctor Moledo. También ayudó la correcta intervención de los sanitarios en el transporte del paciente y la inmovilización y conservación de su miembro seccionado, que le quedó colgando de un tendón y un nervio, al igual que la sangre fría del propio paciente, quien con la ayuda de un compañero se hizo un torniquete con un chaleco de obras.

Óscar González, transportista de profesión, de 32 años y vecino de Allariz, ha indicado que al seccionarse la mano cuando iba a retirar una manguera de la amasadora de hormigón no sintió nada. Ha añadido que le dio, por tanto, "más repelús" ver hoy las fotos de su miembro seccionado y luego reimplantado, con las que el equipo médico ilustró la complejidad de la intervención.

Ha relatado, asimismo, que en todo momento se mantuvo consciente y que durante el traslado en helicóptero hasta Vigo ya se había hecho a la idea de que perdía la mano. Antes de entrar en quirófano le dijo a los médicos que hicieran lo que pudieran, y cuando se despertó y vio que le habían reimplantado la mano pensó "¡Dios, (son) unos fenómenos!".

Por delante le queda un largo camino de rehabilitación, unos dos años aproximadamente, y varias intervenciones, pero el momento crítico, los primeros quince días tras la intervención, en los que puede haber infecciones o complicaciones de la conexión vascular, ya ha pasado, según ha detallado el doctor Moledo. De momento, ya puede mover ligeramente los dedos, mientras que la recuperación nerviosa aún tardará unos tres meses.

Fuente: Youtube / Agencia EFE